Cuentan las malas lenguas que es el propio Satanás Roberto Albores Guillén quien ya opera en Secretaría de Gobernación a lado del nuevo jefe de Bucarelli Fernando Gómez Mont, el que pidió al gobernador Sabines el espacio de la Secretaría General de Gobierno para su amigo Noé Castañón el siete crudas. Satanás quien prometió volver, volverá, pero no encarnado en su vástago secretario de Turismo, que al parecer no heredó la templanza ni el arrojo cínico de su padre y se ha mantenido en la medianía política, (No debemos juzgarlo porque igual esa siempre fue su estrategia), Satanás vuelve con lo peor de su estirpe, ojalá y por el bien de todos los chiapanecos no resulte lo que estamos pensando. A Chiapas no lo puede castigar Dios dos veces.
Igual y lo estoy pensando en voz alta, lo cierto es que Albores sabe que será muy difícil cumplir su anhelado sueño de ganar una elección en Chiapas, no porque no pueda, está comprobado que ante la ingobernabilidad las opciones populares se decantan por los totalitarismos, decimos que está cañón su sueño guajiro porque a menos que ocurra otro milagro de camaleón, no habrá fuerza política que lo quiera abanderar al menos por ahora, yo le apuesto más que otra vez está tejiendo su maraña de coincidencias, aquella vieja estrategia que le resultó muy bien hace dos sexenios y lo llevó a gobernar un Chiapas abatido por la masacre de Acteal en 1997.